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Cómo abrigar a un bebé para dormir según la temperatura de la habitación

Una de las dudas más habituales al final del día es siempre la misma: ¿voy a abrigar demasiado o demasiado poco a mi bebé?

La temperatura de la habitación y las capas de ropa que lleva puestas influyen mucho en cómo descansa. En esta guía te contamos cómo abrigar a tu bebé según los grados que marca el termómetro, cómo saber si tiene frío o calor y qué errores es mejor evitar.

Para dudas específicas sobre salud o sueño, consulta siempre con tu pediatra.

Temperatura ideal de la habitación del bebé para dormir

La ropa es importante, pero el punto de partida siempre es el mismo: la temperatura de la habitación.

Lo más recomendable es mantener un ambiente templado y estable, sin excesivo calor ni frío, y evitar los cambios bruscos de temperatura. Un simple termómetro de ambiente te ayudará a orientarte cada noche.

¿Cuántos grados debe tener la habitación del bebé por la noche?

Como referencia general, muchas familias se sienten cómodas con la habitación en torno a los 20–22 ºC, y a partir de ahí ajustan las capas de ropa y el tipo de saco de dormir o pijama manta.

En Molis&Co usamos estas franjas como guía, ligadas a nuestros TOG: 

  • Menos de 21 ºC → ambiente más bien fresco.
  • Entre 21 ºC y 24 ºC → temperatura templada.
  • Más de 24 ºC → noches calurosas.

No es necesario obsesionarse con el número exacto. Lo importante es que la habitación no esté ni muy fría ni muy caliente y que el bebé vaya cómodo y con la piel seca.

Cómo saber si tu bebé tiene frío o calor

Las manos y los pies de los bebés suelen estar más fríos que el resto del cuerpo y no son un buen indicador. Mejor fíjate en:

La nuca y el pecho:

  • Si están templados y secos, va bien.
  • Si los notas sudorosos o muy calientes, seguramente va demasiado abrigado.
  • Si están fríos, quizá necesite una capa más.

Su comportamiento:

  • Muy inquieto, se despierta mucho, llora y suda → puede que tenga calor.
  • Muy encogido, con la piel fría y tono apagado → puede que tenga frío.

Si tienes dudas o notas algo extraño, coméntalo siempre con tu pediatra.

Cómo abrigar a un bebé para dormir según los grados

A partir de la temperatura de la habitación, puedes usar esta guía práctica.
Piensa en capas ligeras y transpirables y, siempre que puedas, en un saco de dormir o pijama manta en lugar de mantas sueltas.

Más de 24 ºC: cómo vestir al bebé para dormir en verano

En noches muy calurosas, el objetivo es evitar el sobre calentamiento:

  • Habitación aireada y ventilada, sin corrientes directas.
  • Tejidos finos y transpirables (como el algodón).
  • Pocas capas:

Ejemplos orientativos:

24–26 ºC

  • Body de algodón de manga corta o tirantes.
  • Saco de dormir o pijama manta ligero con TOG 0.5.

Más de 26 ºC

  • Solo body de tirantes o incluso solo pañal si hace mucho calor.
  • Sin saco o con un saco de dormir muy ligero, si el bebé lo tolera bien.

Observa siempre a tu bebé: si suda, tiene la nuca húmeda o está muy caliente al tacto, reduce capas.

Entre 21 ºC y 24 ºC: capas recomendadas en entretiempo

Es la franja más frecuente en primavera y otoño. Aquí buscamos un equilibrio:

Ejemplos:

  • Body de algodón de manga corta.
  • Pijama fino o pelele de algodón.
  • Saco de dormir o pijama manta de TOG 1.0 (entretiempo)

Si tu bebé es muy caluroso, puedes prescindir del pijama y dejar solo body + saco. Si es más friolero, body de manga larga + pijama fino + saco de TOG 1 puede ser una buena combinación.

Menos de 21 ºC: cómo abrigar al bebé para dormir en invierno

En habitaciones más frescas, la clave es sumar capas sin pasarse:

  • Mantén puertas y ventanas cerradas por la noche para evitar corrientes.
  • Usa tejidos que abriguen pero que sigan siendo transpirables.

Ejemplos:

  • Body de algodón de manga larga.
  • Pijama entero o pelele calentito.
  • Saco de dormir o pijama manta de TOG 2.5 (invierno)

Si la habitación es muy fría (por debajo de 18 ºC), antes de añadir muchas capas valora mejorar el aislamiento o usar un sistema de calefacción adecuado. Si tienes dudas, consúltalo con tu pediatra.

Reglas básicas para saber cuánto abrigar al bebé por la noche

Más allá de los grados y de las tablas, hay algunas reglas sencillas que ayudan mucho en el día a día.

La regla de la “capa extra” frente al adulto

Una orientación fácil es pensar en cómo irías tú en esa misma habitación:

  • Si tú dormirías con pijama de manga larga y una colcha ligera, tu bebé podría llevar algo parecido en versión adaptada: body + pijama + saco.
  • En general, suele recomendarse que el bebé lleve igual o, como máximo, una capa más que un adulto en la misma situación.

No es una ciencia exacta, pero ayuda cuando no sabes si te estás quedando corta o te estás pasando con la ropa.

Errores habituales al abrigar a un bebé para dormir (y cómo evitarlos)

Algunos errores se repiten mucho y son fáciles de evitar:

  • Guiarse solo por las manos y los pies
    Son zonas que suelen estar frías. Mira siempre la nuca y el pecho.

  • Poner demasiadas capas “por si acaso”
    El sobre abrigo puede ser tan incómodo como pasar frío. Si el bebé suda, respira más rápido o está muy caliente, quita una capa.

  • Usar mantas sueltas en la cuna
    Pueden tapar la cara del bebé y se destapan con facilidad. Un saco de dormir o un pijama manta le permite moverse con libertad y mantener la temperatura más estable.

  • Mantener la habitación muy caliente toda la noche
    No hace falta subir la calefacción en exceso. Es mejor una habitación templada y un buen saco de dormir adecuado a la temperatura.

  • No revisar la temperatura y las capas con el cambio de estación
    Lo que funcionaba en invierno puede ser demasiado en primavera. Aprovecha cada cambio de temporada para revisar TOG, capas y rutinas.

Si cada noche dudas de si estás abrigando bien a tu bebé, empieza por algo sencillo:

  1. Pon un termómetro en la habitación.
  2. Mira en qué franja de temperatura está normalmente.
  3. Ajusta capas y tipo de saco de dormir o pijama manta según esa franja.
  4. Revisa nuca y pecho al cabo de un rato para ver si va cómodo.

Con el tiempo irás viendo qué combinación funciona mejor para tu bebé, porque cada niño es distinto.

Para dudas específicas sobre salud o sueño, consulta siempre con tu pediatra.